Add parallel Print Page Options

Baja como fuego que enciende los arbustos
    o hace hervir el agua,
para que tus enemigos sepan quién eres.
    Así las naciones temblarán ante ti debido a tu presencia.
Cuando hiciste cosas asombrosas que no esperábamos,
    bajaste, y las montañas temblaron ante tu presencia.
Desde hace mucho tiempo
    que nadie ha oído,
escuchado ni visto que un Dios que no seas tú
    obre en favor de los que esperan en ti.

Read full chapter